La magia de las dunas se aprecia en cada momento del día. Lo habréis comprobado en el atardecer y en la noche cerrada del día anterior. Y en este séptimo día lo veréis al amanecer: ver cómo se enciende la mañana con las primeras luces del alba es un espectáculo que merece la pena conocer, por muy temprano que se produzca.
Tras ello, desayuno y regreso a Merzouga, de nuevo en dromedario. La ducha refrescante se tomará en el campamento de jaimas o en un hotel de esta población, dependiendo del paquete contratado. Y cuando estemos listos, volveremos a la carretera para proseguir la ruta.
Rissani será la primera localidad del itinerario. Famoso es su mercado semanal, al que acuden muchos lugareños en sus burros. Coincidamos o no con este evento sorprendente, resultará interesante pasear por la medina histórica, bien conservada y llena de vida, como antaño.
Tras ello, alcanzaremos el Valle del Dades, donde se suceden los palmerales y las pequeñas poblaciones con tierras de cultivo. También hay muchas fortalezas bereberes, pues forma parte de la Ruta de las Mil Kasbahs, antaño usadas para defender las rutas caravaneras que pasaban por aquí. Y muy cerca de aquí conoceremos las Gargantas del Todra, donde este río ha cincelado una estrecha hoz. La conoceremos desde abajo, junto al curso de agua, aunque muchos prefieren hacerlo desde lo alto, pues es un paraíso para escaladores.
Terminado el paseo, volveremos al coche para viajar hasta Ouarzazate, donde estará el hotel para la cena y el descanso de este día. Pero antes habrá tiempo para conocer la kasbah de Taourirt, quizás la más monumental de toda la ruta pues, además de castillo, fue palacio de la poderosa familia El Glaoui.
Resumen de la jornada
- Amanecer en las dunas de Erg Chebbi
- Desayuno en el campamento de jaimas
- Regreso en dromedario a Merzouga
- Reanudación de la ruta por carretera:
- Rissani
- Valle del Dades
- Gargantas del Todra
- Ouarzazate: kasbah de Taourirt
- Cena y noche en hotel en Ouarzazate