Desde Marrakech, las montañas del Alto Atlas suponen un hermoso telón de fondo, con cumbres nevadas buena parte del año. Pero al otro lado se abre ‘otro Marruecos’, más tranquilo y silencioso: el del Sahara y los valles que ‘mueren’ en su camino hacia él. Con este circuito de 3 días desde Marrakech al desierto, podrás llegar a sus rincones más hermosos, para después proseguir hasta otra ciudad de enorme interés: Fez.
La ruta de este circuito de 3 días desde Marrakech es muy comercial, y no precisamente por el éxito que tiene entre los viajeros más curiosos y aventureros. Lo es porque hunde sus raíces en las rutas de caravanas que conectaban Marrakech con otras ciudades al sur del Sahara, transportando todo tipo de materias primas como la sal y artículos manufacturados, especialmente de lujo. Lo hacían a través de pasos naturales, como el de Tizi n’Tichka, por el que circulará nuestro vehículo.
Aunque esta ruta es breve, no tardarás mucho en sentir la pequeñez del ser humano. Así lo notarás al cruzar las montañas del Alto Atlas, que son las más altas del país. Pero sobre todo, lo experimentarás en las hammadas pedregosas y en las dunas de arena del desierto del Sahara. Además, la mano del hombre no es tan evidente aquí, pues apenas se deja ver en pueblos, kasbahs y campos de cultivo que surgen junto a los oasis. En cambio, el principal responsable de estos paisajes casi vírgenes es la propia naturaleza, por ejemplo erosionando la roca para crear cañones de lo más caprichoso, como las Gargantas del Todra. O tapizando laderas de verde con bosques de cedros, como en Ifrane.
Este circuito de 3 días desde Marrakech al desierto no tiene un recorrido de ida y vuelta, puesto que después de visitar Merzouga y sus dunas, la ruta prosigue hasta Fez. Por ello, resulta una opción muy interesante para quienes aterrizan en la primera y despegan desde la segunda para volver a casa. Este es el itinerario detallado de este viaje, que incluye dos noches en entornos llenos de encanto:
Las altas montañas que se ven desde Marrakech esconden una vasta región llena de encanto, que nos dispondremos a descubrir nada más encontrarnos en la ciudad o en el aeropuerto, según lo acordado. Para ello, será preciso subirnos a nuestro confortable vehículo, con chófer en vuestra lengua al volante.
Tras cruzar el puerto de Tizi n’Tichka, comprenderemos la diferencia entre la ladera norte, más húmeda, y la sur, más árida. Ya casi finalizando el descenso llegaremos a Ait Ben Haddou, poblado fortificado y declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Lo visitaremos para recorrer su compacto caserío, dentro de sus murallas y al pie de una colina con los restos de una kasbah. La ausencia de construcciones modernas le da un plus de encanto, motivo por el que Juego de Tronos eligió este enclave como set de rodaje en algunos capítulos de la serie.
Pocos kilómetros después llegaremos a Ouarzazate, la principal ciudad de la región, también muy relacionada con el mundo cinematográfico por sus famosos Atlas Studios. Saliendo de Ouarzazate tomaremos la carretera del Valle de las Rosas y del Valle del Dades, que forma parte de la Ruta de las Mil Kasbahs: en sus pequeñas localidades, surgidas a los pies del humilde curso de agua que forma oasis, no faltan los castillos bereberes hechos en adobe.
Precisamente en uno de estos pueblos del Valle del Dades, Boumalne Dades, haremos un alto en el camino para cenar y pasar la primera noche de este circuito, dentro de un riad lleno de encanto.
En este segundo día de circuito, tras desayunar en el riad, retomaremos la ruta por el Valle del Dades, pues aún tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo, el pueblo de Tinghir o Tinerhir, que bien resume lo esencial de estas localidades: humilde asentamiento con kasbah en pleno oasis que permite el cultivo agrícola.
Pero Tinghir es también un punto estratégico de la ruta porque desde aquí surge el desvío hacia otro lugar único: las Gargantas del Todra. Este humilde río, antaño caudaloso, ha cincelado un cañón de paredes sorprendentemente verticales, por donde discurre encajonado. La visión de esta obra maestra de la naturaleza nos dejará boquiabiertos.
De vuelta al Valle del Dades, seguiremos hacia lo más profundo del desierto, pasando por Erfoud entre palmeras datileras y fósiles como reclamos turísticos. Los más cinéfilos reconocerán estos parajes por servir de ambientación en la película La Momia, rodada aquí en 1999.
Y poco después llegaremos a Merzouga, donde termina para nosotros el asfalto: el último tramo de la ruta será por dunas de arena, para lo cual necesitaremos dromedarios como medio de transporte (sustituibles por 4×4, si se desea), acompañados siempre de un experto cuidador de estos nobles animales.
El paseo por las dunas concluirá en el campamento de jaimas tradicionales, ubicado en un lugar lleno de paz, alejado del mundanal ruido. Un té de bienvenida, una cena típica bereber y un cielo infinito lleno de estrellas serán los ingredientes de una noche perfecta en el desierto.
El tiempo parece ir más lento en las dunas de Erg Chebbi. Aquí el ritmo lo marca el sol, y lo ideal es estar listos para verlo aparecer por el horizonte, pues el amanecer ofrece una belleza inusitada cuando se observa sobre estas caprichosas formaciones de fina arena dorada.
El desayuno en el campamento se ofrecerá cuando este espectáculo de luces haya ya finalizado. Y tras ello, regresaremos a Merzouga para realizar el último tramo de este circuito, de nuevo en nuestro vehículo privado. Ahora el itinerario remonta el Valle del Ziz en dirección al Medio Atlas, una cordillera de cumbres menos elevadas pero ambientes más húmedos, sobre todo en la ladera norte.
Allí es donde haremos la parada técnica para el almuerzo libre, concretamente en Midelt. Y con energías renovadas proseguiremos hasta Ifrane, popularmente conocida como la Suiza del Atlas porque sus construcciones a dos aguas recuerdan a las de este país alpino.
Fez quedará ya a tiro de piedra y en el lugar elegido de esta ciudad terminarán nuestros servicios: puede ser un hotel, el aeropuerto o cualquier otro, con la esperanza de haber disfrutado del viaje y reencontrarnos en otro destino de Marruecos.
Para que este circuito de 3 días discurra con comodidad y sin imprevistos, el paquete incluye los siguientes servicios imprescindibles para su buen desarrollo:
En cambio, quedan a criterio del viajero los siguientes servicios, que no están incluidos:
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