Durante tu viaje, o incluso antes, durante la fase de preparación de tu viaje, puede que te preguntes si bereber y amazigh es lo mismo, pues verás que se hacen referencias a ambos términos de manera indistinta. En este post te contamos qué significan y si, efectivamente, son términos equivalentes.
Sí: bereber y amazigh es lo mismo… con matices
El término bereber es una adaptación al árabe de la palabra latina barbarus, y ésta a su vez de la palabra griega βάρβαρος. Con dichas palabras se hacía referencia a todos aquellos pueblos que no hablaban griego ni latín. De hecho, el significado de βάρβαρος es “que balbucea”, en referencia a ello. Por tanto, en un primer momento, el término no tenía un sentido estrictamente peyorativo.
En tiempos del Imperio Romano el término bereber se extendió a todos aquellos pueblos que vivían más allá de sus fronteras. Y ese término acabó designando específicamente a las tribus vivían en el norte de África pero no quedaban bajo dominio romano, es decir, el pueblo amazigh, que se repartía por un amplísimo territorio. Si nos ceñimos a lo que hoy es Marruecos, esa zona no romana se extendería al norte y al sur del Atlas, abarcando lo que hoy es Marrakech (que por entonces, aún no existía), los valles presaharianos al sur del Atlas y también el desierto.
En cambio, la población bereber no se llama a sí misma bereber, sino que emplea el término amazigh en singular e imazighen en plural. Su significado es, precisamente, muy distinto al de bárbaro: quiere decir “hombres libres”. En realidad, las tribus imazighen se distribuían también por lo que hoy es Libia y Argelia, y de hecho antes de la conquista romana, estuvieron agrupados bajo el reino de Numidia.
¿Cómo son? ¿Son todos iguales?
Existen muchos grupos étnicos distintos dentro de la población bereber, conformando el conjunto de pobladores de lo que hoy es el Magreb, antes de la llegada de los árabes en el siglo VII. Éstos últimos terminaron por ser mayoritarios en la población del actual de Marruecos, pero los imazighen, generalmente de piel más clara que los ciudadanos de etnia árabe, no desaparecieron y han pervivido con especial presencia en algunas regiones del país.
Una de las grandes señas de identidad, además del distinto color de piel, es su lengua. O quizás deberíamos decir “lenguas”, puesto que dentro del idioma amazigh se encuadran diferentes dialectos, repartidos geográficamente por diferentes lugares. Y nada tienen que ver con el árabe de este país.
En Marruecos, la variante más extendida es el tashelhit, ampliamente difundida al sur del Atlas, por todo el desierto. En el centro del país se habla la variante tamazight, que también abarca territorios de Argelia. Y en el norte tiene gran presencia el rifeño, también llamado tarifit, tarifacht o chelja.
En cualquier caso, tienen grandes similitudes entre sí y, por tanto, se pueden clasificar como un mismo idioma. El caracter ⵣ, que se pronuncia yaz, es una de las 33 letras consonánticas amazigh y se suele asociar al concepto de hombre libre, por lo que se ha convertido en todo un símbolo. Además, en la Constitución de Marruecos de 2011 está reconocido como lengua oficial, un detalle que demuestra la defensa y conservación que está viviendo en los últimos tiempos este idioma y su cultura en general.
Otros dos rasgos muy distintivos de la cultura amazigh son su vestimenta, de profusos colores, y su joyería humilde pero refinada por el uso de materiales especiales como la amazonita, el coral o el ámbar.
En la actualidad, algunas estimaciones calculan que en torno al 35% de la población marroquí actual es de etnia bereber, lo que ilustra la pervivencia de esta cultura pre-árabe y que, pese a acabar adoptando el Islam como religión, ha sabido mantener sus tradiciones ancestrales.