Como ocurre en el resto de lugares de España y del mundo cristiano, con el inicio de diciembre se da el pistoletazo de salida a la Navidad. Y en la inauguración del belén de la Puerta del Sol de Madrid, un dato aportado por el gobierno de la región ha sorprendido a los viajeros más curiosos: este año, el pesebre se inspira en Ait Ben Haddou, pueblo marroquí declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Y como en este blog nos gusta encontrar puntos en común entre Marruecos y otros lugares (Portugal, Estados Unidos, Andalucía…), nos hemos preguntado por qué y en qué medida se parecen.
El belén de la Puerta del Sol de Madrid: qué es
Antes de entrar a analizar los motivos y las semejanzas, cabe recordar la importancia del belén de la Puerta del Sol de Madrid: ubicado en la Real Casa de Correos, sede del gobierno de la Comunidad, en el mismísimo Kilómetro 0 de España, es tradicionalmente uno de los pesebres más importantes y visitados de la capital.
Sus cifras hablan por sí solas: 480 figuras, 1.200 kg de corcho, 120 cajas de musgo y más de 1.000 kg de arenas y piedras, para un total de 145 m2, que lo convierten en uno de los belenes más grandes de toda la región.
¿En qué se parecen el belén y Ait Ben Haddou?
Teniendo en cuenta todo ello, cabe preguntarse: ¿cuál es la relación entre el belén de la Puerta del Sol y Ait Ben Haddou? Lógicamente, hay que aclarar que en muchos belenes, y en este en particular, es habitual que los artistas belenistas se tomen ciertas licencias: aunque recrean escenas bíblicas, a menudo se eligen detalles o ambientes anacrónicos con la intención de darle un toque más especial, a modo de homenaje. Otros años, por ejemplo, este belén se ha ambientado en el Madrid de Carlos III, en el siglo XVIII.
Así que, ¿por qué Ait Ben Haddou este año? Se puede interpretar, por qué no, como un homenaje a la población marroquí de la región, que es muy numerosa. Quizás como un acto de hermanamiento, pues cabe recordar que Jesús de Nazaret también recibe el tratamiento de profeta en el Islam.
Además, en palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se trata de “un homenaje a los cristianos en el mundo árabe” por medio de este belén que evoca “pueblos fortificados y antiguos” propios de Arabia, como una imagen de otro tiempo.
Pero sin duda, si entramos en el detalle, entendemos que es sólo una vaga inspiración y no una réplica realista, ni mucho menos. Por citar algunos detalles, se observan más estructuras con arcos que los existentes en la realidad, quizás porque permiten enmarcar mejor las escenas. Y la decoración y el color del poblado tampoco es igual, siendo de estilo más bereber y rojizo en el caso de Ait Ben Haddou.
Eso sí: la disposición apiñada de Ait Ben Haddou es ideal para un belén que pueda recorrerse por todos sus lados, rodeándolo en 360º. Y sus materiales constructivos, “en adobe y madera”, sí se corresponden con los de los pueblos antiguos de la época bíblica. Además, la siempre presencia de agua se puede corresponder con el humilde cauce del río Asif Ounila. Y por último, el ambiente artesano y tradicional que reina en todo belén puede, por qué no, ser evocado aún hoy por este poblado fortificado, donde aún se respira un cierto ambiente popular, detenido en el tiempo, con jaimas en los alrededores.
En definitiva, una interpretación libre que pone de relieve el poder inspirador que todavía hoy sigue teniendo el ksar de Ait Ben Haddou, como podrás descubrir en muchos de nuestros circuitos camino del desierto.