En nuestra habitual cuota a los posts gastronómicos de este blog, le llega el turno a la bissara, una crema muy difundida por todo el país, fácil de cocinar y de degustar, con la que a buen seguro rebañarás el plato. Te explicamos qué es, qué lleva y cómo se suele comer, para que le hagas un hueco en tu dieta de viaje. ¡No te arrepentirás!
¿Crema bissara o sopa bissara?
Como suele ser habitual en los platos marroquíes, hay distintas formas de llamarlos, debido a la transcripción de la palabra árabe al castellano. La bissara también se puede escribir baisara o beyssar, según cada caso. Pero además, a veces hay controversia acerca de si se trata de una crema o una sopa, pues a menudo podrás encontrar también el término sopa bissara.
Sin llegar a ser eruditos de la gastronomía, en nuestro caso optamos por el de crema, pues esa es la textura y consistencia que suele tener. Cierto es que en ocasiones puede llegar a ser muy líquida, pero sin alcanzar al concepto de sopa, es decir, el de caldo con base de agua y otros ingredientes sólidos.
Qué lleva la bissara
Resuelta la duda de si es crema o sopa, toca entender qué lleva y cómo se hace la bissara. De una forma muy resumida, se podría decir que es un hummus de habas, en lugar de garbanzos. Pero en realidad hay más matices a tener en cuenta: es cierto que la base de esta crema es una legumbre cocida, en este caso habas, que se trituran hasta dar con una textura cremosa pero densa y compacta. Sin embargo, también se pueden emplear guisantes triturados, al menos como combinación con las habas.
El resto de ingredientes sí es muy parecido a los del humus. Es decir, aceite de oliva, un par de dientes de ajo, cebolla picada y jugo de limón. Y para los condimentos, hay libertad para cada autor, aunque es habitual emplear comino y orégano. Y el toque que no suele faltar es el del pimentón, pero esto ya al final del todo, a modo de presentación sobre el plato.
Cómo y cuándo se come
Como podrás comprender, se trata de una crema que se puede tomar con cuchara, pero son muchos los que prefieren emplear otras cosas para llevárselo a la boca. Por ejemplo, el típico pan marroquí: el batbout, que tiene la particularidad de no cocinarse en el horno sino en la sartén, aunque sin aceite, lo que da como resultado una textura dura y crujiente, especialmente deliciosa si está recién hecho.
No obstante, las opciones para tomar la bissara son muy amplias. Por ejemplo, otros panes más genéricos, como el de pita. Pero también tiras de zanahoria, que acompaña perfectamente a la crema por su carácter saludable. Y en determinados locales con afán de fusión, es posible que se ofrezcan incluso nachos mexicanos, pues su forma y su textura crujiente resultan ideales para ello.
Por último, ya sólo queda resolver cuándo comer la bissara. La respuesta más sencilla es: ¡en cualquier momento! Pero lo habitual es ofrecerlos como entrante en el almuerzo. No obstante, también son comunes en el desayuno. Y en todo caso resultan perfectos para un picoteo saludable entre horas, cuando no se tiene mucho tiempo para cocinar o para sentarse a comer.
Además, como se sirve frío o a temperatura ambiente, será un plato estupendo para días de calor, que son habituales en muchas zonas y regiones de Marruecos. En definitiva, si vas a viajar a Marruecos y te gustan los platos saludables, aptos incluso para vegetarianos, la bissara será una opción ineludible en tu dieta. ¡Que aproveche!