En este segundo día recorreremos un tramo de la Ruta de las Mil Kasbahs: aunque dos de las fortificaciones bereberes más icónicas las habremos visto el día anterior, en este trayecto por carretera veremos pequeñas poblaciones agrupadas en torno a antiguos castillos, algunos de ellos en ruinas.
También veremos palmerales y áreas de cultivo, como los rosales del Valle de las Rosas, que suponen una importante fuente de ingresos para la comarca desde tiempos del Protectorado Francés.
Pero la principal parada de este primer tramo del día serán las Gargantas del Todra, un espectacular cañón labrado por ese riachuelo que ha dejado un desfiladero muy estrecho por el que se puede pasear, e incluso escalar: sus paredes de más de 100 metros de altura, de gran verticalidad, son la gran aspiración de escaladores de todo el mundo.
También es conocida mundialmente Erfoud, pero en este caso por un motivo bien distinto: sus fósiles y minerales, que atraen la atención de ‘cazatesoros’ en busca de piezas paleontológicas y geológicas de gran valor.
A continuación, llegaremos a Merzouga, donde comenzaremos a sentir el emocionante abrazo del desierto más profundo: a las espaldas de esta localidad se encuentran las dunas de Erg Chebbi, famosas en el país por sus suaves y perfectas ondulaciones de arena fina. Para recorrerlas, nada mejor que nobles dromedarios, acostumbrados a hacer este trayecto desde tiempos inmemoriales.
El final de ese paseo será el campamento de jaimas en el que pasaremos la noche. Pero antes de dormir, habrá tiempo para un té de bienvenida, una cena típica bereber y un vistazo al cielo, hermoso al atardecer pero también en la noche cerrada, con sus brillantes constelaciones de estrellas.
Resumen de la jornada
- Desayuno en hotel
- Continuación de la ruta por carretera:
- Valle del Dades
- Gargantas del Todra
- Erfoud
- Llegada a Merzouga
- Paseo en dromedario por las dunas de Erg Chebbi
- Cena y noche en campamento de jaimas, en las dunas de Erg Chebbi