En el tercer día de circuito, cambiamos radicalmente de ambiente: dejamos el bullicio de la medina de Fez para adentrarnos en la naturaleza más salvaje del país y acabar en lo más profundo del desierto, donde la huella del ser humano es prácticamente inapreciable. Para ello, partiremos temprano del riad para poner rumbo a las montañas del Medio Atlas.
Aún en la vertiente norte, haremos las dos primeras paradas del día. Una de ellas, en la sorprendente Ifrane, localidad de turismo invernal con construcciones típicas de los Alpes europeos, pues el régimen de precipitaciones es aquí uno de los más elevados de todo el país.
La segunda parada será en el Parque Nacional del mismo nombre, aunque es más conocido como Bosque de Monos porque en sus cedros habita la comunidad más populosa de macacos de Berbería. Estos primates, en peligro de extinción, están muy acostumbrados a la presencia humana, por lo que no será de extrañar que salgan a nuestro encuentro.
Ya en la vertiente sur del Medio Atlas, iniciaremos el descenso y proseguiremos la ruta a través del Valle del Ziz. De esta manera llegaremos ya en la tarde a Erfoud, ciudad a las puertas del desierto, famosa por sus fósiles de dinosaurio y su minerales; y sobre todo, a Merzouga, pequeña localidad estratégica en nuestra ruta: aquí tomaremos los dromedarios que nos llevarán hasta el corazón del desierto del mismo nombre, uno de los sectores más bellos del Sahara en Marruecos.
En las dunas de Erg Chebbi estará el campamento de jaimas donde tomaremos el pertinente té de bienvenida, así como la cena. Y para dormir, emplearéis una de las tradicionales jaimas bereberes, plena de confort. La quietud del desierto os arropará durante el sueño, al igual que las constelaciones de estrellas del cielo.
Resumen de la jornada
- Desayuno en riad en Fez
- Ruta por carretera:
- Ifrane
- Parque Nacional de Ifrane (Bosque de los Monos)
- Valle del Ziz
- Erfoud
- Merzouga
- Ruta en dromedario por las dunas de Erg Chebbi
- Cena y noche en campamento de jaimas en Erg Chebbi