Tras cargar energías con el desayuno en el hotel, nos lanzaremos de nuevo a la carretera para la ruta de este segundo día, todo un road trip por valles genuinos que nos escoltarán hasta el desierto más profundo.
Ese primer valle es el del Draa, cuyo paisaje está dominado por un enorme palmeral, considerado el oasis más largo del mundo, con más de 100 km. Nuestra ruta no lo cubrirá todo, pero sí lo suficiente para deleitarse con este contraste entre el verde de la vegetación y el ocre de las colinas escarpadas a su alrededor. En este entorno surgen, además, kasbahs y pueblos con encanto, como Nkob, Tazarine o Alnif.
Poco después llegaremos a Rissani, una localidad que conserva una de las mejores medinas tradicionales de todo el sur de Marruecos. En días de mercado, su ambiente es muy popular, con burros amarrados a las puertas de la muralla. Y casi sin tiempo para digerir estas escenas llenas de tipismo, llegaremos a la cercana Merzouga, población en la que nos esperan los dromedarios que nos llevarán hasta el campamento de jaimas donde cenaremos y dormiremos.
Los dromedarios se pueden cambiar por vehículos 4×4, pero estos animales son, de hecho, el medio de transporte más adecuado para atravesar las dunas de Erg Chebbi, un terreno de colinas de arena fina donde sentiremos el inmenso abrazo del desierto del Sahara, tamizado por la mágica luz del atardecer y el brillo de las estrellas al caer la noche.
Resumen de la jornada
- Desayuno en hotel en Ouarzazate
- Inicio de la ruta por carretera:
- Valle del Draa: Nkob, Tazzarine, Alnif
- Rissani
- Merzouga
- Ruta en dromedario por las dunas de Erg Chebbi
- Cena y noche en campamento de jaimas, en Erg Chebbi