De la gran ciudad al desierto y las montañas para descubrir lo más espectacular del país. Este circuito va desde Marrakech al desierto y al norte de Marruecos en tan sólo 5 días, por lo que se presenta como la mejor opción para quienes tienen poco tiempo pero no quieren dejar ningún destino importante fuera del programa. A continuación te lo presentamos en detalle y, si lo deseas, puedes comprarlo en nuestra web y disfrutarlo en privado, sin más compañeros de viaje que los que tú decidas.
Este circuito comienza en Marrakech, tanto si aterrizas aquí como si te alojas en esta ciudad los días anteriores. Y aunque su visita no forma parte del programa, sí se incluyen otras muchas localidades llenas de encanto, tanto grandes urbes como pequeños pueblos. Es el caso de Fez (con visita guiada incluida), Chaouen o Rissani, además de otros pequeños pueblos que veremos de camino en el Valle del Dades o en el norte del país. De esta manera, podrás apreciar las diferencias y semejanzas en los estilos arquitectónicos, en el ritmo de la vida diaria y otros muchos detalles que convierten a Marruecos en un país lleno de contrastes.
Pero si hablamos de contrastes, en este circuito descubrirás otro de lo más espectacular: el del desierto más árido y el de la montaña más húmeda. Uno de los grandes atractivos del viaje es llegar a las dunas de Erg Chebbi, donde el paisaje está dominado por las suaves elevaciones de arena fina. Y poco después cruzaremos el ambiente verde y húmedo del Medio Atlas, epicentro del turismo invernal del país. Además, las cumbres del Alto Atlas (nevadas varios meses al año) o los oasis de los valles presaharianos supondrán igualmente un magnífico contrapunto a los parajes inhóspitos del desierto.
Inicio en Marrakech y fin en Tánger, tras completar 5 días (4 noches) por toda la geografía marroquí, de sur a norte. Y siempre, por carretera y en vehículo privado confortable, salvo el tramo de las dunas de Erg Chebbi, que se realizan en dromedario (a no ser que se prefieran vehículos 4×4). Esta es una descripción detallada:
Marrakech será el punto de partida de este circuito, donde nos encontraremos, ya sea en el aeropuerto o en un punto del centro. Y sin más dilación, subiremos a bordo de nuestro vehículo privado para poner rumbo al desierto.
De camino, muchos lugares de interés, donde nos detendremos como se merece. Por ejemplo, en el puerto Tizi n’Tichka, paso natural desde Marrakech hacia Ouarzazate. Este puerto se ubica a 2.260 msnm y, por tanto, ofrece una magnífica panorámica del Alto Atlas, la cordillera más elevada del país y del norte de África.
Tras el descenso, visitaremos también Ait Ben Haddou, pueblo fortificado que representa uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar y popular de la civilización bereber. Fue ‘estación de paso’ en las rutas caravaneras de hace siglos y conserva unas espectaculares murallas de adobe, de ahí su particular color rojizo. Dos detalles confirman su interés: está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco y ha sido set de rodaje de Juego de Tronos.
A algo más de 20 km de aquí está Ouarzazate, meta de este día. Pero antes de hacer check-in en el hotel donde descansaréis y cenaréis esta noche, un punto de interés más: la kasbah de Taourirt, residencia y castillo de la familia El Glaoui. Su estilo es muy parecido al de Ait Ben Haddou, pero en este caso con un interior de mayor elegancia, como nos tiene acostumbrada la arquitectura islámica.
En este segundo día recorreremos un tramo de la Ruta de las Mil Kasbahs: aunque dos de las fortificaciones bereberes más icónicas las habremos visto el día anterior, en este trayecto por carretera veremos pequeñas poblaciones agrupadas en torno a antiguos castillos, algunos de ellos en ruinas.
También veremos palmerales y áreas de cultivo, como los rosales del Valle de las Rosas, que suponen una importante fuente de ingresos para la comarca desde tiempos del Protectorado Francés.
Pero la principal parada de este primer tramo del día serán las Gargantas del Todra, un espectacular cañón labrado por ese riachuelo que ha dejado un desfiladero muy estrecho por el que se puede pasear, e incluso escalar: sus paredes de más de 100 metros de altura, de gran verticalidad, son la gran aspiración de escaladores de todo el mundo.
También es conocida mundialmente Erfoud, pero en este caso por un motivo bien distinto: sus fósiles y minerales, que atraen la atención de ‘cazatesoros’ en busca de piezas paleontológicas y geológicas de gran valor.
A continuación, llegaremos a Merzouga, donde comenzaremos a sentir el emocionante abrazo del desierto más profundo: a las espaldas de esta localidad se encuentran las dunas de Erg Chebbi, famosas en el país por sus suaves y perfectas ondulaciones de arena fina. Para recorrerlas, nada mejor que nobles dromedarios, acostumbrados a hacer este trayecto desde tiempos inmemoriales.
El final de ese paseo será el campamento de jaimas en el que pasaremos la noche. Pero antes de dormir, habrá tiempo para un té de bienvenida, una cena típica bereber y un vistazo al cielo, hermoso al atardecer pero también en la noche cerrada, con sus brillantes constelaciones de estrellas.
En este tercer día de circuito, no cesan los contrastes de paisajes. De hecho, son más acentuados si cabe. Comenzaremos el día muy temprano, a ser posible madrugando más que el sol para ver el amanecer sobre las dunas de Erg Chebbi.
Tras ello, desayuno y regreso a Merzouga para una ducha (si el paquete elegido no la incluye en el campamento) y para reanudar la marcha por carretera. Al poco de esa reanudación, un breve paseo por Rissani: si coincide con día de mercado, veremos escenas típicas de otro tiempo, como un parking de burros a las puertas de la medina, que igualmente vale la pena conocer por su belleza.
Remontando el Valle del Ziz llegaremos al Medio Atlas y, al cruzar a la ladera norte, veremos cómo el paisaje se vuelve más verde y húmedo. Así lo comprobaremos en el Bosque de Monos, cuyo nombre oficial es Parque Nacional de Ifrane. Los macacos de Berbería encuentran en los cedros de esta reserva el hábitat ideal para vivir, y eso supone un auténtico refugio a cuidar: esta colonia es la más numerosa de una especie declarada en peligro de extinción.
Y no muy lejos de aquí, en la localidad de Ifrane, creeremos estar en los Alpes: sus edificios con tejados a dos aguas nos recuerdan que aquí llueve mucho, e incluso nieva en invierno, atrayendo a muchos turistas en los meses más fríos del año.
Ifrane se encuentra a una cota de unos 1.700 metros de altitud, de modo que el último tramo será en continuo descenso hasta llanear y llegar a Fez, para echar el freno en el riad donde os alojaréis esta noche.
Capital del reino en tiempos de las dinastías idrisí y meriní, y por tanto, una de las ‘ciudades imperiales’ de Marruecos. Capital simbólica del país a nivel cultural y religioso. Y medina histórica declarada Patrimonio Mundial de la Unesco. Con todos estos mimbres, se hace necesaria una visita guiada para descubrir sus rincones más característicos en el centro histórico.
El recorrido a realizar a pie dependerá de lo que nos tenga preparado nuestro guía oficial, pero la lista de posibles lugares a elegir es muy larga: mezquitas de Karaouine y de los Andaluces (exteriores), madrasa de Bou Inania, plaza de Nejjarine, barrio de Chouwara, Mellah judío, plaza de los Alauoitas frente al Palacio Real… Sea cual sea el itinerario, estará cargado de belleza y costumbrismo, pues en la medina se concentran también los mejores artesanos del país.
Ya en la tarde, retomaremos la ruta, en este caso hasta Chaouen. Allí, libremente, descubriréis por qué se le llama el ‘pueblo azul’: ese color tiñe la mayoría de las casas de la medina, por la que merece la pena perderse. El riad de esta noche estará precisamente allí, no muy lejos de los principales puntos de interés, como la Plaza de Uta el-Hammam y su kasbah.
El quinto día es el último de este circuito que os habrá llevado de Marrakech al desierto y el norte de Marruecos. Y los horarios estarán condicionados por la hora del vuelo o del ferry que tendréis en Tánger. Hasta su aeropuerto o su puerto os trasladaremos desde Chaouen, o si lo preferís podemos dejaros en otro punto del centro para disfrutar de tiempo libre en esta ciudad bañada por las aguas del Estrecho de Gibraltar.
Sea cual sea la opción elegida, lo haremos con puntualidad y nos despediremos con agradecimiento y esperanza de un próximo reencuentro para viajar a otras regiones igualmente interesantes de Marruecos.
Este circuito está pensado al detalle para que no falte ningún servicio importante y todo transcurra con comodidad, seguridad y puntualidad. Esto es lo que incluye el paquete contratado:
Los siguientes servicios no están incluidos en el paquete de viaje. Su elección o no dependerá de cada cliente:
Rellena el formulario con tu información, sé específico con el circuito en el que estás interesado y también si quieres personalizarlo de alguna forma.
Te responderemos lo antes posible.