¿Es Marruecos para vegetarianos y para veganos? Esa es una pregunta que se hacen muchas personas que no comen carne y se plantean un viaje a este país. Y en este post damos respuesta a ello, desde un enfoque objetivo y dando ideas sobre la dieta que podrás llevar aquí durante tus días de circuito.
Platos sin carne en Marruecos para vegetarianos
El aspecto fundamental a tener en cuenta es si la gastronomía marroquí se puede adaptar bien a una dieta vegetariana o vegana. Y la respuesta es “sí”. De hecho, muchos de los platos tradicionales de la cocina local carecen de carne, señal de la humilde selección de ingredientes que muchas familias debían adoptar, considerando la carne poco menos que un lujo para sus paladares.
En este sentido, las verduras y los cereales son la auténtica base de la gastronomía tradicional marroquí, con especial mención a las berenjenas, los tomates, las zanahorias y las cebollas en el primer caso, y los productos elaborados con la harina o semolina de trigo en el segundo caso, destacando sin duda el cuscús como gran icono de la cocina local. Las legumbres, por su parte, tienen también una notable presencia, como los garbanzos, las habas o las lentejas.
Además, las frutas son también fundamentales en la dieta marroquí, y no sólo a modo de bocado suelto o materia prima para zumos: también se emplean en otras elaboraciones como encurtidos (limones) y como ingredientes adicionales en otros platos como cuscús y tajines, siendo el dátil el principal ejemplo de ello. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de la gran presencia de los frutos secos en la gastronomía del país, como las almendras o los pistachos. Todo ello, por cierto, aderezado con innumerables especias (ras el hanout) que hacen cualquier plato más sabroso.
La repostería marroquí, como es lógico, también abre una gran puerta gastronómica a las personas vegetarianas y veganas, pues son pocos los dulces carecen de manteca de cerdo (prohibida en la dieta halal) en su elaboración, y tampoco son numerosos los que llevan lácteos como leche o queso.
Teniendo en cuenta todo ello, se pueden mencionar algunos platos icónicos que prescinden de la carne, del pescado e incluso de sus derivados, haciéndolos aptos también para veganos:
Además de estos ejemplos, cabe mencionar que los dos platos más habituales, el cuscús y el tajín, tienen sus correspondientes versiones vegetarianas, en cuya relación de ingredientes no hay presencia de carne ni pescado. Y lo mismo se puede aplicar a la pizza bereber.
En cualquier caso, más allá de estos platos tradicionales, son muchos los restaurantes que adaptan su carta a clientes vegetarianos y veganos, con una parte claramente diferenciada en la lista de platos. Algunos locales, incluso, son 100% vegetarianos o veganos. Son más fáciles de encontrar en las ciudades más modernas y con mayor presencia de turistas, como Marrakech o Tánger.
¿Y más allá de la comida?
Los viajeros veganos pueden interesarse por otros aspectos que van más allá de la comida, pues su filosofía de vida abarca también la renuncia a otros productos de origen animal, no estrictamente alimentarios, como prendas de ropa o perfumes.
En este sentido, cabe decir que se está avanzando mucho en el bienestar animal, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. De modo que tendrán que tener paciencia y templanza para asimilar escenas que aún perviven, como la presencia de macacos de Berbería en algunos mercados, encantadores de serpientes o mulas de carga. Y por supuesto, innumerables productos hechos con piel animal, pues este país se distingue por la calidad de este tipo de artesanía.