El mechoui, también escrito a veces como meshwi, es uno de los platos más populares de Marruecos. Y no sólo por su sabor sino también por todo lo que representa la degustación de este manjar con el cordero asado como protagonista. A continuación te mostramos 5 curiosidades que te harán entender lo especial que es para la población local y, por qué no, te animarán a probarlo, si tienes la ocasión durante tu viaje a este país.
#1. Mechoui ensartado, una imagen icónica
El mechoui implica una forma de cocinar el cordero despellejado y eviscerado, para una mejor preparación y degustación. Sin embargo, lo más espectacular de su preparación no es precisamente esto, sino la impactante imagen de verlo ensartado en un gran pincho sobre una hoguera, dándole vueltas periódicamente para que se cocine bien por todos los lados. Y como a veces se cocinan varios o muchos mechoui a la vez, contemplar la imagen de una hilera de corderos resulta de lo más fotogénica.
#2. Mechoui enterrado, invisible pero muy tradicional
Los métodos de asado evolucionan con el tiempo, y en la actualidad es común cocinar el mechoui en máquinas diseñadas al efecto. Sin embargo, existe otro método de preparación menos visual pero igualmente tradicional (sobre todo en Argelia y en el desierto) que es cocinar el cordero enterrado en el suelo, sobre brasas vegetales, durante cuatro o cinco horas. Quienes tienen la suerte de haberlo probado pueden asegurar que su sabor y aroma son más especialesl así, y nos recuerda cómo las diferentes gastronomías del mundo tienen puntos en común, pues este método no sólo es típico de Argelia sino también de la comunidad beduina en Jordania o los campesinos en Cerdeña, por citar sólo algunos ejemplos.
#3. Mechoui no significa “cordero”
Al contrario de lo que creen muchas personas, “mechoui” no significa “cordero”, sino “asar sobre el fuego”. Es decir, aunque el gran protagonista es este animal, el nombre hace referencia a su peculiar modo de preparación, ya sea ensartado o enterrado, pero en ambos casos con el fuego o las brasas como causante de su estupenda cocción. Además, se le añaden especias para potenciar su sabor, pero también frutos y verduras para darle un interesante contrapunto: tomate, pepinillo, aceitunas…
#4. Mechoui, manjar con las manos
Si hablamos de comer un mechoui a la manera tradicional, no podemos pasar por alto que eso implica comerlo con las manos. No hay que olvidar que esto era un auténtico lujo para muchas familias marroquíes, que sólo se cocinaba en las grandes ocasiones, como bodas. Por ello, se situaba al centro y cada comensal acudía al animal para arrancar con los dedos la carne que posteriormente se llevaba a la boca. Esto era posible porque, si su cocción es la adecuada, la carne es tan suave y tierna que se extrae fácilmente con las manos. En la actualidad, esto es mucho menos habitual, por la implantación de costumbres occidentales, por cuestiones de higiene o por la falta de confianza, pero todavía hay quien lo come así, como se ha hecho toda la vida.
#5. Mechoui, símbolo de bonanza… o no
Como se deduce de lo anterior, el mechoui es un plato que simboliza la bonanza, la alegría de compartir, la celebración de comer un plato extraordinario fruto del esfuerzo y la consecución de un logro. Pero precisamente por ello, disfrutar del mechoui también puede representar lo contrario: la falta de sensibilidad en un contexto de escasez. Así se pudo comprobar en 2025 cuando el rey Mohammed VI, sensible a la mala producción de cordero debido a la sequía, decidió cancelar el ritual del sacrificio de este animal, que había alcanzado unos precios extraordinariamente altos.
En definitiva: si tienes ocasión de degustar el mechoui, especialmente en compañía de anfitriones marroquíes, no dudes en disfrutarlo, pues para ellos es una ocasión muy especial, que deberías valorar… y saborear.