Parque Nacional de Ifrane: qué la hace tan interesante

Como puedes comprobar en nuestra sección de Circuitos, muchos de ellos pasan por el Parque Nacional de Ifrane. Son 50.000 hectáreas de reserva natural protegida, que llegan a 125.000 abarcando las zonas de transición y las dos localidades principales (Azrou e Ifrane, que le da nombre), así como pequeños poblados bereberes en pleno Atlas Medio. Pero, ¿cuáles son las razones por las que nuestras rutas pasan y, en algunos casos, se detienen por aquí? A continuación te damos 7 motivos.

#1. Macacos de Berbería

Son la seña de identidad del Parque Nacional: aquí habita la comunidad más numerosa de este mono, en peligro de extinción. Se trata de una especie acostumbrada al ser humano, de modo que es frecuente que salgan a nuestro encuentro. No obstante, por tratarse de animales protegidos y ‘desvergonzados’ en el trato con el hombre, conviene guardar ciertas medidas de seguridad.

#2. Otros mamíferos

Los macacos de Berbería no son, ni mucho menos, los únicos del parque. Cierto es que el resto son más esquivos, pero con paciencia y algo de suerte quizás puedas avistar algún otro. Entre el listado de las especies presentes, destacan los jabalíes, ciervos del Atlas y puercoespines.

#3. Bosques de cedros

El omnipresente color verde y la intensa sombra del terreno se debe a los millones de cedros que se erigen aquí. Está considerado uno de los árboles nacionales del país, además de ofrecer madera de calidad en la larga tradición ebanista de Marruecos. Además, sus ramas y la mencionada sombra ofrecen el hábitat perfecto a los macacos de Berbería.

#4. Avifauna

En el Parque Nacional de Ifrane y en sus inmediaciones se ubican varios sitios Ramsar, es decir, lagos o humedales de especial importancia para las aves. Por ello, es un buen lugar para el birdwatching, una actividad que atrae a muchos turistas, prismáticos en mano. Entre las especies que se pueden enumerar están las fochas, los milanos reales o los cernícalos.

#5. Nieve y frío

En un país que, por su latitud meridional, se caracteriza por las altas temperaturas casi todo el año, el Parque Nacional de Ifrane se convierte en un refugio climático para locales y foráneos, que se animan a organizar excursiones de un día por su interior. Y en invierno, gracias a la abundante nieve que cae, el lugar se llena de muchos curiosos en busca de este fenómeno tan infrecuente en Marruecos.

#6. Ifrane y Azrou

Aunque no es una de las localidades más monumentales de Marruecos, darse una vuelta por Ifrane (en torno a los 20.000 habitantes) resulta de lo más interesante por su contraste con el resto del país: construida en los años 30 por los franceses, se inspiraron en los destinos vacacionales alpinos para su desarrollo. Por ello, está plagada de edificios con tejados a dos aguas, que facilitan la evacuación de la lluvia y la nieve. Por su parte Azrou es algo más pequeña en tamaño y población, aunque mantiene un ritmo de vida más marroquí, con zoco incluido.

#7. Lugar de paso

Por último, otro motivo que nos convence para circular por el Parque Nacional de Ifrane es que es un buen lugar de paso entre los destinos de interés al norte del Medio Atlas (Fez, Meknes, Volubilis) y el desierto del Sahara al sur, que se alcanza al otro lado de esta cordillera montañosa, recorriendo el Valle del Ziz, que nace aquí.

Como decíamos, nuestros circuitos pasan por aquí y, en muchos casos, hacen una breve parada para conocer sus valores medioambientales y paisajísticos. Así que si tienes curiosidad por descubrir el lugar, echa un vistazo a nuestro catálogo de rutas.

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