Es posible que te asalte esta duda durante tu viaje: ¿se pueden comprar fósiles en Marruecos? Sobre todo, si llegas hasta el desierto, donde éstos actúan como auténticos reclamos en tiendas, talleres y museos. Por eso, tratamos de arrojar algo de luz sobre el tema, aunque te aconsejamos profundizar en material legal para más detalle, pues la legislación de protección del patrimonio podría sufrir cambios después de la redacción de este artículo.
Una legislación en revisión
En la mayoría de países del mundo, la extracción y comercialización de fósiles está regulada y sujeta a restricciones. Algunos países tienen una legislación más restrictiva (como en España que, no obstante, depende de las leyes de cada comunidad autónoma), mientras que otros son más laxos en este aspecto, no sólo en la extracción y venta, sino también en la importación y/o exportación.
Un ejemplo de esto último es Marruecos, cuya ley actual de preservación del patrimonio data de 1980 y en la actualidad está siendo sujeta a revisión, precisamente por su permisividad o, cuando menos, los vacíos legales que no cubre. Es por ello que existe la venta de fósiles a ojos de todos, en tiendas abiertas al público.
Y de esa manera, Marruecos se ha convertido en uno de los países de referencia para los coleccionistas de estas piezas paleontológicas, como es fácil comprender al darse una vuelta por los catálogos de las tiendas online que se dedican a esta venta: muchas piezas tienen como procedencia Marruecos.
Permisividad no quiere decir “tráfico libre”
La mencionada permisividad o ambigüedad de la actual ley no significa que el comercio de fósiles sea libre: las empresas y profesionales que se dedican a la extracción de fósiles deben contar con un permiso de las autoridades locales. Y su venta también debe estar sujeta a la ley: toda venta debe ir acompañada de un justificante de compra y de un documento oficial que recoja las características de dicho fósil, en especial su tipología y su origen.
De esa manera, las autoridades locales podrán certificar que la pieza adquirida tiene una tipología y una procedencia admitidas por la legislación. Además, en el caso de los turistas extranjeros, esta documentación resulta aún más importante, pues será requerida en la aduana, no sólo por las autoridades de Marruecos sino también por las del país de llegada.
En el caso de que el viajero carezca de dichos documentos justificativos, las autoridades procederán a requisar la pieza e investigar el caso, pudiendo acusar al portador de contrabando o incluso delito contra el patrimonio del país.
Dónde comprar fósiles en Marruecos
Por todo ello, la compra de fósiles es un asunto delicado que debe tratarse siempre con prudencia. Dicho esto, descubrirás que el epicentro nacional (e incluso internacional) para la compra-venta de fósiles es Erfoud. Situada a unos 50 km del desierto de Merzouga, a unos 75 km de Errachidia y a más de 530 km de Marrakech, esta ciudad a las puertas del desierto ha contado siempre con una intensa actividad de extracción de minerales, con numerosas canteras.
Y dado que muchas de las rocas recuperadas de la tierra cuentan con fósiles adosados, creció su fama entre los cazatesoros de todo el mundo. Entre las piezas más fáciles de conseguir están las criaturas invertebradas, como amonites y trilobites. Pero también hay numerosas piezas relacionadas con dinosaurios, como dientes y huesos, que adquieren un mayor precio de mercado.
Por todo ello, te recomendamos informarte a fondo de la legislación sobre la compra de fósiles en Marruecos y no recurrir nunca al mercado negro (que, por desgracia, existe) o la compra informal, puesto que no sólo fomenta los delitos contra el patrimonio paleontológico marroquí, sino que además puede generarte problemas legales en la aduana.