¿Cuántos arcos hay en la playa de Legzira? Te lo contamos

La playa de Legzira es una de las más fotogénicas de todo Marruecos, sin dura. Y en este blog de Tenere Tours somos muy aficionados a este tipo de enclaves, por mantener su belleza salvaje y original. En este post te contamos cuál es su atractivo y te hablamos de los arcos que la han hecho famosa.

Dónde está la playa de Legzira

Lo primero de todo es ubicar la playa de Legzira: se encuentra en el lejano sur, a unos 11 km de Sidi Ifni y a unos 150 km de Agadir, por carreteras de costa. Es por ello que muchos viajan hasta aquí a modo de excursión desde este último destino turístico, pero también se puede disfrutar de una manera más sosegada si se elige un alojamiento de la todavía apacible costa de Guelmim-Río Noun.

Cómo es la playa de Legzira

Es probable que, si conoces la playa de Legzira, hayas visto fotografías de su singular costa. Se trata de una playa muy larga, con un arenal relativamente recto, de unos 5 km de longitud, salpicado de formaciones rocosas que suponen un testimonio de la labor sedimentaria de los ríos que aquí vertían sus aguas desde el Atlas, modeladas a su vez por la erosión marina del Atlántico. 

La roca es una arenisca roja que le da una tonalidad muy característica al litoral, a lo que se suma la constante brisa de esta costa y unas aguas impetuosas que suelen romper a su llegada a la orilla. Su orientación geográfica hace que los atardeceres sean también especiales, pues permite presenciar cómo el sol cae por la línea del horizonte marino, como en otros muchos puntos de este litoral

No obstante, la playa de Legzira no es ajena al turismo internacional y cada vez es más conocida, a lo que se suma el nuevo desarrollo de una urbanización de apartamentos-villas a pie de playa. Desde su parking, por cierto, se ha popularizado la actividad de parapente, lo que permite vuelos controlados por este lugar tan sugestivo.

Los arcos de la playa de Legzira

Pero sin duda, lo que ha dado fama a la playa de Legzira son sus arcos: el Arco Dormido y el Arco del Pie de Elefante. Sin embargo, en la actualidad ya sólo se puede hablar de uno, el primero, pues el segundo (Pie de Elefante) colapsó en 2016. Una pena para todos los habitantes del lugar, que lo veían como un auténtico símbolo, pero la fragilidad provocada por la incesante erosión provocó su caída.

Sin embargo, de momento no hay alarma sobre el Arco Dormido, pues parece más robusto que el destruido, cuyo pilar sobre el que reposaba su peso era bastante más estrecho. En cambio, el arco que permanece en pie es más bien un túnel creado por el agua, por el que se puede pasear en una sugestiva caminata.

Ahora bien: si eres un explorador intrépido y no te conformas con ver sólo el Arco Dormido, puedes desplazarte algunos kilómetros al sur, donde existe otro: el Arco de Ali Amman. Se ubica en un rincón menos accesible que el anterior, pues a su alrededor sólo hay pistas de tierra. Además, a sus pies no hay un amplio arenal para el baño, como sí ocurre en el entorno del Arco Dormido, sino una orilla pedregosa. Pero si te desplazas hasta aquí, descubrirás otro de estos fenómenos naturales que merece la pena contemplar por su rareza.

En cualquier caso, ya te conformes con el Arco Dormido o prefieras seguir explorando la costa en busca de calas, acantilados y arcos desconocidos, debes saber que este rincón de la costa atlántica no dispone de tantas infraestructuras turísticas como el entorno de Agadir, por lo que es fundamental que planifiques bien tu escapada.

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