En el quinto día, llega el momento de cambiar de aires: abandonamos el vasto territorio al sur del Atlas para poner rumbo a Marrakech, la ‘capital turística’ de Marruecos. Pero lo haremos disfrutando del camino, pues quedan importantes lugares por descubrir.
Dejando atrás el sugerente Valle de las Rosas (sobre todo, en primavera), volveremos a Ouarzazate, en esta ocasión para detenernos frente a un monumento que no dio tiempo a ver en el segundo y tercer día: la kasbah de Taourirt. Sorprende por su grandeza, su bien conservada arquitectura y su humilde elegancia, a base de adobe en el exterior y cerámicas, yesos y maderas en el interior. No obstante, fue la residencia de uno de los hombres más poderosos de su tiempo: Thami El Glaoui, a comienzos del siglo XX.
A partir de aquí, la carretera se pone cuesta arriba: estaremos ascendiendo por las montañas del Alto Atlas hasta coronar puerto en Tizi n’Tichka. Poner pie a tierra y mirar alrededor será casi obligado, pues desde aquí se divisan las cumbres más altas del país, nevadas buena parte del año.
En el descenso, entre pueblos bereberes, granjas ganaderas y humildes cursos de agua que aportan frescor y verdor, llegaremos hasta la llanura en la que se encuentra Marrakech. Explorar esta ciudad es uno de los atractivos de este paquete, pero eso lo dejaremos para el día siguiente. En esta jornada, os llevaremos al riad para el check-in y después tendréis tiempo libre.
Resumen de la jornada
- Desayuno en riad en el Valle del Dades
- Continuación de la ruta por carretera:
- Valle de las Rosas
- Ouarzazate: kasbah de Taourirt
- Alto Atlas: puerto de Tizi n’Tichka
- Llegada a Marrakech
- Cena y noche en riad en Marrakech