Mezquita de Hassan II de Casablanca: todo lo que debes saber

Muchos de nuestros circuitos comienzan en Casablanca. Y la seña de identidad de esta gran ciudad es su mezquita de Hassan II. Por ello, merece la pena dedicar un rato a este espectacular monumento, ya sea con nosotros como parte del circuito o bien de manera libre, si dispones de tiempo para ello. En este post te contamos todo lo que debes saber para admirar este templo musulmán, considerado el tercero más grande de todo el mundo.

¿Se puede visitar la mezquita? ¿Qué se ve?

Sí, la mezquita de Hassan II de Casablanca es visitable. Y sólo por eso, ya resulta interesante para cualquier viajero, pues en este país sólo pueden acceder a las mezquitas los creyentes musulmanes, salvo esta excepción. Eso sí: las visitas sólo se pueden realizar cuando no sea momento de oración ni haya alguna celebración religiosa. Además, para acceder se debe respetar un mínimo código de conducta y buen vestir: se prohíben las prendas que dejen al descubierto los hombros y los pantalones que no cubran las rodillas. Las mujeres no están obligadas a cubrirse la cabeza, aunque lo pueden hacer de manera voluntaria.

Los espacios que se pueden visitar son, a grandes rasgos, cuatro:

  • Explanada: se trata del gran patio abierto situado en el exterior, construido directamente sobre el mar, evocando el versículo del Corán que recuerda que el trono de Alá se erigió sobre las aguas
  • La sala de oración: un enorme espacio de dos hectáreas, con capacidad para 25.000 personas y una altura de 60 metros
  • La sala de abluciones: situada en el sótano, cuenta con 45 fuentes de mármol en forma de flor de loto, para la purificación de todos los fieles
  • Minarete: con más de 200 metros de altura, se considera uno de los más grandes del mundo

Materiales modernos que evocan la arquitectura tradicional

La mezquita de Hassan II de Casablanca se construyó a finales del siglo XX y, por tanto, emplea materiales modernos optimizados para esta función, pero también utiliza materiales y técnicas tradicionales dando como resultado una arquitectura neo-andalusí de lo más espectacular. Se considera, por tanto, la obra maestra de su autor: el arquitecto francés Michel Pinseau, que recibió el encargo directo del rey Hassan II para celebrar su 60º aniversario, aunque buena parte del presupuesto fueron aportaciones de la ciudadanía.

Destacan, por ejemplo, los artesonados del techo y los remates de madera, hechos con madera de cedro del Atlas. Los mármoles y el granito rosado del conjunto, principalmente en el pavimento y las columnas, proceden de otras partes de Marruecos, como Agadir, mientras que las 30 lámparas que iluminan el espacio se hicieron con cristal de Murano. La profusión de zellige en el interior y en el exterior

Y como remate final, 30.000 tejas verdes que recuerdan a las cubiertas de lugares como Fez y Moulay Idris, pero que en este caso no están hechas con cerámica vidriada sino de aluminio fundido, más ligero y resistente, pero con el mismo acabado. Todo ello instalado de manera minuciosa, gracias al trabajo de más de 6.000 artesanos que tuvieron listo el proyecto en apenas seis años.

Información práctica para la visita

A fecha de marzo de 2025, cuando se redactó este artículo, estos eran los detalles a tener en cuenta para la visita:

  • Horario: de 9.00 a 13.30 y de 14.30 a 17.00. Durante el Ramadán, horario reducido de 9.00 a 15.00
  • Precio: 30 dh. Precios reducidos para marroquíes o adultos residentes en Marruecos, 15 dh. Y para niños y estudiantes, 5 dh
  • Nota: confirmar estos datos y cualquier otra información en la web oficial del templo (https://www.fmh2.ma/es)

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