La estrecha relación entre Andalucía y Marruecos explica que en este país puedas descubrir monumentos que, sin duda, te recordarán a algunos del sur de España, algo que gustará conocer a viajeros andaluces pero también a cualquier otra persona que tenga especial cariño por esa región o que haya hecho turismo en ella. Este es un breve repaso por los más icónicos.
Las ‘giraldas’ de Marruecos
La Giralda es el nombre popular que recibe la torre campanario de la catedral de Sevilla. El templo es de estilo gótico y barroco, principalmente, pero se construyó sobre la antigua mezquita y, de hecho, se conservan algunos elementos, como el principal tramo de dicha torre, hasta el cuerpo de las campanas, que en su momento fue un minarete. Ese tramo deslumbra por la belleza y el exotismo de su trama de sebka, un elemento decorativo típico de la arquitectura almohade de los siglos XII y XIII, como también se puede apreciar en otras torres-minarete de estilo muy parecido: la de la mezquita Koutoubia de Marrakech y la Torre Hassan de Rabat.
La mezquita de los Andaluces de Fez
En esta mezquita no se aprecian tantos paralelismos estilísticos con otras construcciones de Andalucía, pero la clave está en el nombre: en español se emplea el término de andaluces, aunque en realidad se podría considerar un error y sería más propio hablar de andalusí, como explicamos en este otro post de nuestro blog.
Y se llama así porque en su origen participaron decisivamente los ciudadanos andalusíes que se vieron obligados a emigrar del emirato omeya de Córdoba tras unas revueltas sociales en el año 818 y que, de hecho, conformaron uno de los barrios principales de la medina vieja (Fez el-Bali). Lo que vemos hoy actualmente es fruto de ampliaciones muy posteriores, principalmente del siglo XIII, pero resulta evidente que en el el siglo X el templo recibió el importante patrocinio de los califas y visires cordobeses, como los famosos Abderramán III y Almanzor.
La Qubba almorávide de Marrakech
Uno de los monumentos más antiguos de Marrakech, recientemente restaurado y abierto a la visita, es la Qubba almorávide, del siglo XII. Aunque no se tiene total certeza de cuál era su uso original, parece que albergaba una fuente de abluciones. En este caso, la ‘conexión’ con al-Andalus está en el elemento principal del monumento, que le da nombre: la qubba o cúpula, que estaría inspirada, en buena medida, en la cúpula de la Maqsura de la mezquita de Córdoba.
Jardines andalusíes de Rabat
También podemos considerar monumentos andalusíes de Marruecos a dos jardines de Rabat. El primero, el jardín andalusí junto a la kasbah de los Oudayas: aunque esta fortificación se remonta al siglo XVII, este espacio verde de unos 8.400 m2 de superficie se proyectó ya en el siglo XX, en tiempos del Protectorado Francés.
A esa misma época se remonta el otro jardín andalusí de Rabat, en este caso dentro del Jardín d’Essais Botaniques (Jardín Botánico de Aclimatación). En este caso, fue el paisajista francés Claude Nicolas Forestier quien diseñó un recinto botánico más general, pero en los últimos años se decidió crear este nuevo espacio dentro del parque que, además de su valor ornamental, sirviera de estudio para el conocimiento de las especies andalusíes y su aplicación en la actualidad.
En ambos jardines, se aprecia el gusto andalusí por las fuentes y láminas de agua, que dan frescura al espacio y son sinónimos de purificación y edén, decoradas a su vez con piezas de cerámica de colores. En torno a ello, diferentes calles y bancales con diferentes especies que, a buen seguro, recordarán al visitante a algunos de los jardines más famosos de Andalucía, como los de la Alhambra y el Generalife de Granada.