¿Cuáles son las mejores dunas de Marruecos?

Preguntar por lo mejor o lo peor en algo es siempre una cuestión subjetiva. Y preguntar por las mejores dunas de Marruecos no es una excepción. Pero en este post nos atrevemos a dar nuestro veredicto, que coincide lógicamente con las dunas que integramos en nuestros circuitos por el país. 

Estas son las tres dunas de Marruecos

Cuando pensamos en un desierto, especialmente en el desierto del Sahara, a menudo nos viene a la mente la imagen idílica de un campo de dunas (erg). Es decir, esa vasta superficie de colinas de arena, formadas espontáneamente por la erosión y el viento, y que a menudo se pierde en el horizonte.

Pero hay que aclarar que este tipo de entornos son muy escasos en el desierto del Sahara: la mayor parte es terreno de hammada, es decir, terreno seco, duro y pedregoso, pero no arenoso. Sin embargo, hay tres grandes campos de dunas en el sur de Marruecos, relativamente distantes entre sí, por lo que tendrás que elegir bien cuál visitar, pues integrar dos o incluso los tres en un mismo circuito supone aumentar el número de días de viaje.

Esos tres campos de dunas son:

  • Erg Ouzina: situado en el entorno del pequeño pueblo de Ouzina, a unos 50 km al sur de Merzouga. De los tres ergs, es el más pequeño
  • Erg Chigaga: es el más grande de los tres ergs y se ubica a unos 100 km al sur de la localidad de Zagora. De hecho, este sector del desierto se conoce precisamente como desierto de Zagora. Las dunas tienen un tamaño de unos 35 km de largo y 15 km de ancho, según algunas fuentes
  • Erg Chebbi: se sitúa a las afueras del pueblo de Merzouga, en el desierto del mismo nombre. Su tamaño es de 25 km de largo y 5 km de ancho, aproximadamente

Erg Chebbi, las mejores dunas de Marruecos

La respuesta a cuáles son las mejores dunas de Marruecos suele reducirse a Erg Chigaga o Erg Chebbi. En nuestro caso, optamos por esta última por varios motivos. En primer lugar, por su óptima ubicación junto a Merzouga y al final de una ruta por carretera asfaltada en el desierto, tras pasar Rissani o Erfoud.

Otra razón que nos lleva a decantarnos por Erg Chebbi es la buena calidad de los servicios turísticos ofertados aquí: tanto los paseos en dromedario o en 4×4 como los alojamientos en hotel o en campamento de jaimas tienen estándares de calidad muy elevados. Además, en el entorno hay posiciones elevadas que permiten una contemplación de estas dunas en su conjunto, para deleite de la vista.

Y por supuesto, también nos decantamos por Erg Chebbi como las mejores dunas de Marruecos por sus características intrínsecas: su campo de arenas se mantiene con una gran pureza visual y, aunque no es inusual ver expediciones de viajeros en dromedario camino del campamento, el lugar está aún lejos de la masificación.

Dicho todo esto, no se puede minusvalorar la belleza de Erg Chigaga: con un nivel de pureza y conservación muy bueno, se trata de un destino menos visitado por su lejanía respecto de la civilización, lo que aporta una mayor sensación de desconexión. Pero eso, a su vez, supone un abanico de servicios más limitado para poder organizar actividades relacionadas con la experiencia.

Por último, Erg Ouzina es a menudo un buen complemento de Erg Chebbi, pues apenas les separan 50 km que se pueden recorrer a bordo de todoterrenos 4×4 sobre pistas no asfaltadas. Uno de sus atractivos es la existencia de comunidades locales con hábitos seminómadas, lo que da como resultado encuentros enriquecedores para ambas partes.

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