El Palmeraie es el Palmeral de Marrakech, un paraje verde de unas 15.000 hectáreas, situado a unos 8 km al noroeste de la ciudad. Verás referencias a él en muchos locales orientados al turista, pues se ha convertido en un reclamo para perfiles muy diversos de viajeros. Por eso, en este post te contamos por qué puede resultar interesante visitarlo, en el caso de que quieras conocerlo durante los momentos libres que te deje tu circuito.
Qué es, desde el punto de vista natural e histórico
El palmeral de Marrakech combina interés natural e interés histórico. Esto es así porque se trata de un área con una gran concentración de palmeras datileras (unas 100.000, según algunas estimaciones). Cierto es que su densidad no es tan grande como otros palmerales famosos situados al otro lado del Atlas, como el de Skoura, pero su cercanía a la ciudad favorece su visita por parte de muchos viajeros interesados en este tipo de árbol, que en muchos casos alcanza una altura considerable.
Esa altura se debe a la longevidad de algunos ejemplares. Y es que se sabe que este palmeral lleva aquí desde hace siglos: lo más probable es que fuera creado durante el periodo almorávide (siglo XI). Este árbol no suele vivir más de 400 años, pero dado que ha habido reposición natural desde entonces, es fácil suponer que muchos de sus ejemplares tienen varios siglos de vida.
Pero su valor histórico no es sólo ese: su origen se debe a la mano del hombre, que plantó los primeros ejemplares para explotar económicamente el árbol (sus frutos, los dátiles, y las hojas, apreciadas en cestería, tejidos y demás). Para que el palmeral pudiera salir adelante en un entorno tan árido, la escasa agua del humilde río Tensift no era suficiente, así que fue necesario traer el agua por medio de khettaras: sistema de regadío que extrae el agua de capas subterráneas y lo canaliza mediante túneles bajo la superficie.
Qué es y qué hacer, desde el punto de vista turístico
En tiempos recientes, algunos sectores del Palmeral de Marrakech han experimentado un gran desarrollo urbanístico, convirtiéndolo en un área de resorts: su ubicación tranquila y su simbolismo histórico y natural han movido a grandes cadenas hoteleras a construir aquí enormes estructuras para el alojamiento y el disfrute.
Una de las actividades favoritas para quienes se alojan aquí es el golf: aquí se ubica uno de los pocos campos de este deporte presentes en los alrededores de la ciudad. Es el Golf Club Rotana Palmeraie, que permite al golfista recorrer sus 18 hoyos entre palmeras centenarias, pero rodeadas de un tapiz de césped que otorga verdor al paisaje, del que carece el palmeral fuera del recinto.
Pero el Palmeral de Marrakech no sólo queda para el disfrute de los huéspedes de los resorts y los usuarios del club de golf: también se organizan excursiones desde la ciudad para realizar otras actividades. Una de las más famosas son los paseos en dromedario, puesto que aquí hay espacio amplio y suficiente para entrar en contacto con estos nobles animales, tan acostumbrados a las condiciones áridas del desierto.
Mayor adrenalina suponen los paseos en quad que aquí se organizan: este vehículo, asociado a caminos pedregosos y arenosos como los que aquí se encuentran, es el protagonista de rutas de una o varias horas, lo que permite recorrer los lugares más importantes del palmeral.
Y para los más clásicos y deportistas, también se organizan rutas de senderismo por el lugar, pensados para aquellos que desean centrarse en descubrir el valor natural e histórico del palmeral de Marrakech.
