Durante la mañana del cuarto día, completaremos el Valle del Dades, con especial mención al Valle de las Rosas, conocido así por los numerosos rosales que pueblan el terreno y que, al igual que en Erfoud, protagonizan un moussem, en este caso dedicado a esta flor en primavera.
Poco después llegaremos a Ouarzazate, mundialmente conocida por sus Atlas Studios, donde se han rodado escenas de importantes películas, como Lawrence de Arabia. Pero nuestra atención se centrará en la kasbah de Taourirt, uno de los mejores ejemplos de esta tipología arquitectónica: hecha en adobe, como es típico en la cultura bereber, su aspecto inexpugnable no es casual, pues fue el bastión de la familia El Glaoui a finales del siglo XIX y principios del XX. Su delicado y bello interior nos recuerda, en cambio, que también fue su residencia, decorada conforme a los preceptos de la arquitectura islámica.
La carretera nos espera de nuevo, en esta ocasión para ascender por el Alto Atlas hasta el puerto de Tizi n’Tichka. Sus vistas panorámicas merecerán una parada para fotografiar el entorno, pues desde aquí se divisan las montañas más altas de Marruecos y de todo el norte de África. Tras ello, ya sólo quedará descender por los valles situados al norte de esta cordillera, por donde divisaremos pequeñas aldeas incrustadas en las laderas, con granjas de animales que siguen pastoreando las gentes del lugar.
Al llegar a Marrakech, haréis check-in en el céntrico riad para así disfrutar de tiempo libre al final del día, momento que podréis aprovechar para degustar la gastronomía de la Ciudad Roja y sumergiros en el bullicio del centro histórico, como en la plaza de Jemaa el-Fna, siempre viva al caer la noche.
Resumen de la jornada
- Desayuno en el riad
- Continuación de la ruta por carretera:
- Valle de las Rosas
- Ouarzazate: kasbah de Taourirt
- Alto Atlas: puerto de Tizi n’Tichka
- Llegada a Marrakech
- Noche en riad en Marrakech