En nuestra habitual cita en este blog con la gastronomía marroquí (bissara, harira, pastela…), le llega el turno a uno de los dulces más populares del país: no sólo por su sabor, sino también por las implicaciones sociales con las que está concebido. Si quieres aprovechar tu viaje a Marruecos para degustar este manjar de la repostería local, sigue leyendo para conocerlo un poco mejor.
Qué lleva: la receta
La chebakia es un alimento de sabor muy dulce. Pero paradójicamente, no lleva azúcar: su dulzor lo consigue de su baño en miel, como veremos más abajo. Aunque la lista definitiva de ingredientes puede variar de una casa a otra, lo más habitual es que lleve:
- Harina
- Almendras molidas
- Mantequilla
- Miel
- Semillas de sésamo
- Levadura
- Especias y esencias para condimentar al gusto: anís, agua de azahar, canela, vinagre, azafrán… Aquí está, para muchos, el verdadero secreto diferenciador de una receta a otra
Todo ello, salvo las semillas de sésamo y la miel, se emplean para elaborar la masa. Una vez bien integrados los ingredientes, se elaboran finas tiras y, con ellas, se realizan composiciones que normalmente adoptan formas de flor. Estas composiciones se fríen en aceite, normalmente de girasol, y cuando ya están doradas se retiran del aceite para pasarlas a un baño de miel caliente. El paso final es espolvorear las semillas de sésamo, que se quedan pegadas en la parte superior de la chebakia.
Cuál es su origen
Como ocurre con muchos de los dulces tradicionales, el origen de la chebakia se pierde en el tiempo. Pero sin duda, podemos trazar paralelismos con los dulces de otros países y, de esa manera, entablar lazos. Uno de ellos es el pestiño, dulce tradicional español, sobre todo en Andalucía, región del sur peninsular que vivió una larga dominación musulmana y una importante presencia de judíos sefardíes en época medieval. Por ello, se tiende a pensar que el origen de la chebakia puede ser andalusí, pues se tiene constancia de su éxito en aquella civilización, por ejemplo en la corte nazarí de Granada.
No obstante, también está documentada la práctica de freír masas y bañarlas en miel en otras civilizaciones anteriores de Oriente Medio, incluida la árabe, de donde pudo proceder en tiempos de la primera gran expansión hacia Occidente en los siglos VII y VIII.
Cuándo y dónde se come la chebakia
Este es probablemente uno de los aspectos más interesantes de la chebakia, sobre todo para viajeros que vienen a Marruecos dispuestos a degustar este dulce. Sin duda, se trata de un alimento asociado al Ramadán, por dos razones. La primera es que las familias suelen cocinar en abundancia estos dulces justo antes de que comience el mes de ayuno, para después ofrecérselos a parientes y amigos. Es, por tanto, una forma de prepararse para este periodo sagrado. Y la segunda, porque cuando termina la jornada de ayuno diurno, es habitual llevarse una chebakia (o varias) como primer bocado de la noche, que además tiene un importante aporte calórico para compensar las horas de ayuno anteriores.
Sin embargo, este dulce se puede comer en Ramadán pero no sólo… y no solo. Nos explicamos: “no sólo” porque no solamente se cocina en Ramadán, sino que es probable que lo encuentres en puestos de pastelería durante todo el año y en prácticamente cualquier ciudad, pues su consumo está muy extendido por todo el país. Y “no solo” porque es habitual acompañarlo con un té verde a la menta, que es la bebida más popular de Marruecos. Así que si te gusta el plan de chebakia con té, prepárate para saborear un momento 100% marroquí durante tu próximo viaje.